Un día como hoy de hace 123 años, llegó a nuestro mundo un orador sin parangón que nos reveló la verdad entre las mentiras. Una fuente de inspiración que cambió para siempre nuestra realidad, distorsionada y falseada hasta la fecha. Un líder que nos dió fuerzas y la energía para seguir luchando hasta el final, para no ceder jamás. Un guía que iluminó nuestro camino en los tiempos más oscuros, dando significado a nuestras vidas. Supo siempre por qué luchar, conquistó millones de corazones que latieron al unísono con toda su fuerza, demostrando al mundo el poder de un pueblo unido.
Hoy por muchos farsantes, embusteros, manipuladores e ignorantes es odiado, repudiado y difamado. Por muchos otros cobardes olvidado. Pero algunos pocos elegidos, siempre le recordaremos. Somos sus herederos, los portadores de la llama eterna que aún arde en nuestro interior y nunca cederemos, pues no conocemos la rendición. Hoy como ayer alzamos con orgullo tu legado, nuestro Führer, el estandarte de la libertad.
Luchamos por la verdad, por la libertad de los pueblos y por la justicia. Aceptamos con honor nuestro arriesgado destino para llevar a cabo nuestra vital y sagrada misión, cueste lo que cueste.
SIEG HEIL, MEIN FÜHRER!